Estados Unidos se replantea el efecto de las radiofrecuencias en la salud humana.
Las comunicaciones sin cable aumentan cada día, lo que incrementa la incidencia de los campos electromagnéticos de radiofrecuencia sobre el organismo humano. Aunque ya se han hecho numerosos estudios al respecto, el National Research Council estadounidense ha realizado un informe sobre las necesidades y carencias de estas investigaciones que permitirá definir nuevos enfoques de análisis. La finalidad: comprender mejor el efecto de las RF en la salud, específicamente en los casos de cáncer infantil, efecto de las RF en fetos o variaciones de la actividad neuronal del cerebro.
Yaiza Martínez en Gen Altruista presenta un análisis al respecto. Allí pueden leer la información completa; yo extraigo algunos puntos.
El National Research Council (NRC), de Estados Unidos -cuya misión es asesorar al gobierno en las deciciones relativas a la política científica, así como potenciar la educación pública y promover el conocimiento en materias como la ciencia, la ingeniería, la tecnología y la salud-, ha publicado recientemente un informe (encargado por la Food and Drug Administration) en el que se identifican las necesidades de investigación para una mayor comprensión de los efectos en la salud humana de la exposición a los campos de radiofrecuencia que emiten los dispositivos de comunicación sin cable.
Tal y como explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), los campos de radiofrecuencia se utilizan actualmente en numerosos ámbitos de la vida cotidiana, como la transmisión de radio y televisión, las telecomunicaciones (por ejemplo, los teléfonos móviles), el diagnóstico y tratamiento de enfermedades y en la industria, o para el calentamiento y sellado de materiales.
Pero es con la rápida introducción de dispositivos de telecomunicación móviles, particularmente entre la población general, que ha surgido una especial atención a los problemas asociados con la exposición a los campos cercanos de RF emitidos por estos dispositivos.
Entre las cuestiones pendientes en este campo destacan los estudios sobre RF y su incidencia en la salud a los que no se ha dado prioridad o que no serían llevados a cabo hasta que no se evalúen los resultados de investigaciones actuales. En cuanto a las necesidades de investigación identificadas por el comité, una de ellas es la de analizar las posibles consecuencias para la salud de la exposición de larga duración y de baja intensidad de múltiples fuentes de radiofrecuencia.
Por ejemplo, señala el informe, habría que medir la cantidad de energía RF que incide en jóvenes, niños, mujeres embarazadas y fetos procedente de dispositivos sin cable y antenas de radiofrecuencia para ayudar a definir la tasa de exposición de diversas poblaciones.
Aunque aún se desconoce si los niños son o no más susceptibles a estas exposiciones, podrían ser un grupo de riesgo porque sus cuerpos se encuentran en una fase de desarrollo de órganos y tejidos, además de que parecen tener un mayor Índice de Absorción Específica (SAR, unidad de medida de la cantidad de energía de RF absorbida por el organismo al emplear un teléfono celular) que los adultos. Por otro lado, los niños empiezan a usar el móvil a edades cada vez más tempranas, lo que alarga su tiempo de exposición en comparación con los adultos.
...En los últimos 15 años, se han publicado estudios en los que se examinaba la posible relación entre los transmisores de RF y el cáncer. En ellos no se han encontrado pruebas de que la exposición a RF de los transmisores aumente el riesgo de cáncer.
También ha habido estudios que han examinado el efecto de RF en las ondas cerebrales, las funciones intelectuales y el comportamiento tras la exposiciones a niveles 1.000 veces superiores a la exposición del público en general, sin que se hayan detectado efectos adversos.
Carlos J. Rueda S.
18.565.256
EES
Sección: 2
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